Cómo cuidar a tu perro en otoño
Queremos contarte qué debes hacer para que tu mascota no padezca de ningún inconveniente en la época más fría en el hemisferio sur y cómo cuidar a tu perro en otoño.
¿Cómo debes cuidar a tu perro en otoño?
Poco a poco dejamos atrás el calor del verano, las temperaturas bajan, incluso bruscamente en momentos puntuales del día, las horas de luz solar disminuyen y el organismo de nuestro perro se prepara para este cambio de ciclo. Es verdad que muchos de nuestros compañeros viven en pisos con luz artificial y sistemas de calefacción, que amortiguan estos cambios, pero aún así os proponemos unos consejos para los cuidados del perro en otoño.
La piel y el pelo “trabajando” a pleno rendimiento: ayudémosles
La muda del pelo es un proceso esencial en los perros y en otros animales mamíferos para adaptarse a las condiciones climatológicas cambiantes y a los rigores de una época más fría, especialmente cuando los perros todavía no habían sido domesticados y vivían en plena naturaleza.
Habréis notado ya que empiezan a perder el pelo “de verano” a un ritmo variable, dependiendo del lugar donde viváis y del modo de vida que lleve vuestro amigo (principalmente si pasa mucho tiempo en el interior de casa o fuera de ella): mechones que se caen y pelo nuevo, más grueso, que crece y se regenera.
Este proceso de muda es especialmente llamativo en los perros de pelo tupido y espeso, pero incluso en aquellos de pelo corto se produce. Algunas razas como el Caniche, cuyo pelo está en continuo crecimiento o el Yorkshire Terrier, que carece de subpelo, no pasan por esta fase.
Para ayudarles a desprenderse del pelo viejo es imprescindible dedicación y tiempo en su cepillado, ya que si dejamos que los nudos prosperen dificultamos la salida del pelo nuevo y la piel se resentirá al no poder airearse, con lo que los picores y la caspa seguro que aparecerán.
La alimentación desempeña un papel fundamental en esta etapa: un pienso específico, con el aporte de nutrientes que ayudan a fortalecer la integridad de la barrera cutánea (como los ácidos grasos omega 3) contribuye a que el perro tenga una piel más sana, y en consecuencia menos vulnerable, y un pelo fuerte y brillante.
Mantener la forma: evitar el sobrepeso y tonificar los músculos
Esta época de temperaturas suaves nos permitirá volver a poner en forma a nuestro perro, si durante el verano no ha podido hacer ejercicio debido al calor.
Hay que aprovechar para dar buenos paseos con ellos, hacer el ejercicio adecuado a la morfología de nuestro perro, a su edad y estado fisiológico, jugar en el campo, y también nos podemos animar a iniciarnos en la práctica de algún deporte canino en familia.
Así contribuimos a evitar el sobrepeso, algo que hay que tomarse muy en serio ya que se trata de uno los mayores riesgos para la salud de tu perro, especialmente si padece algún trastorno osteoarticular.
Los virus acechan: la gripe y otras patologías
Con los cambios bruscos de temperatura, las defensas naturales de nuestros perros pueden funcionar de forma menos eficiente (como nos ocurre a nosotros), quedando su organismo más expuesto a bacterias, virus y parásitos. Si notáis que estornuda, tose, o se encuentra decaído o un poco apático, es muy aconsejable una visita al veterinario.
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